Hoy vamos a hablar de un golpe del que todavía no profundizamos demasiado. Las voleas. Ambas voleas de revés y de derecha nos van a permitir finalizar los puntos con una mayor tranquilidad o bien no tener miedo e inseguridad cada vez que subimos a la red. Es muy útil aprender a volear correctamente ya que nos facilitará nuestro juego. No solo volear bien es importante, tomar buenas decisiones es primordial a la hora de resolver los puntos. De eso es lo que hablaremos hoy, de la técnica correcta para realizar las voleas y de las mejores decisiones a la hora de cerrar los puntos. A los amantes del tenis, espero que disfruten del artículo y puedan sacar provecho del mismo.
Elegir el momento para volear es casi tan importante como saber volear en sí. Si eliges el momento erróneo, ninguna volea te será útil. Con el momento adecuado, casi cualquier volea te servirá para resolver los inconvenientes. Por lo tanto, si es tan importante saber cuándo debemos subir a la red, hablemos sobre ello.
Subir a la red tiene un gran componente táctico y no existe en el tenis, como en ningún deporte, ninguna ciencia exacta que te diga la cantidad de veces que debes subir a la red ni el momento exacto de cada subida. Habrá personas que le resulte mejor subir muy seguido a la red y otras se sientan cómodos solo subiendo para definir los puntos. Va de acuerdo con el patrón de juego de cada jugador y la táctica que haya elegido para ese partido en particular (o ese momento en particular). Pero algo indudable es la necesidad de todo jugador de tenis de aprender el juego de red. Te guste o no subir a la red, es importantísimo que sepas volear porque tarde o temprano tendrás que terminar muchos puntos en la volea y debes tener una idea de cómo definir el punto. Además, si no sabes volear, tus rivales se darán cuenta enseguida y te traerán a la red para explotar tu debilidad. Esto no te debe pasar a ti. Si estás en este blog es porque quieres progresar tu nivel de juego en todo sentido y no quieres tener una debilidad tan marcada.
En muchas ocasiones nuestro rival llega exigido a alguna pelota, generalmente gracias a una virtud nuestra, es en este caso cuando nuestro principal error aparece. Dejamos que la pelota vuelva lenta al fondo de la cancha y nuestro rival tiene tiempo de acomodarse para seguir corriendo hacia otro lado. Esto cambiaría notablemente si, cuando nos damos cuenta de que el adversario está llegando exigido, nosotros subimos a la red sin pensarlo demasiado.
Federer está llegando exigido y, automáticamente, Djokovic se va a la red a seguir presionando.
El tiempo jugará a nuestro favor y, si voleamos correctamente, podremos apurar un poco más a nuestro rival que cada vez tendrá menos tiempo para llegar y menos posibilidades de ganar el punto. Esta situación es la más importante a la hora de subir a la red y es la que mejores resultados te dará. No te quiero marear demasiado por lo que te voy a dejar con esta idea y seguir con el artículo.
En este golpe se requiere la menor preparación posible. No se debe llevar la raqueta atrás nunca porque la pelota nos vencería la mano y, si encima viene con potencia (lo que es lo normal cuando estamos en la red), no tendremos posibilidad alguna de realizar un tiro efectivo. En el caso de la volea de derecha no necesitamos mucha rotación de hombros, va de acuerdo con las preferencias de cada jugador y como se sienta cómodo cada uno. Lo importante es mantener la raqueta adelante y firme. En cambio, en la volea de revés, la situación cambia un poco. Es importante que te perfiles para pegar sin llevar demasiado la raqueta atrás. Recordemos que la volea es un tiro que se pega más con el cuerpo que con la mano. Una vez perfilado, debes realizar el impacto dejando los hombros en la misma posición e impactando con el brazo, como se muestra en la foto de abajo.
Después el impacto, no hay rotación de hombros.
La volea, generalmente, es un golpe de bloqueo en el que tenemos que usar la fuerza que trae la pelota, casi nunca tendremos que aplicar nosotros la fuerza. Por lo tanto, la raqueta y nuestra mano deben estar delante de nuestro cuerpo para que el impacto sea lo más limpio posible y nosotros no usemos nuestra fuerza. Es la mejor manera para amortiguar el golpe. Recordemos que esto se aplica un poco más a la volea de derecha, en la de revés, es cierto que la mano va un poco más al costado del cuerpo y la pelota hay que dejarla entrar un poco más pero no demasiado.
Otro concepto importante a la hora de bloquear el impacto es mover poco la raqueta, dejarla lo más quieta posible. Si movemos demasiado la raqueta perderemos firmeza y la pelota no saldrá limpia. Será muy común, cuando estés en la red, que nos jueguen bolas potentes que intenten vencer nuestra mano. Este problema se soluciona con estos conceptos, teniendo la mano bien firme y adelante del cuerpo. Cuando la pelota venga un poco más despacio, podremos desplazar algo la raqueta para aplicar un poco de nuestra fuerza. En ese caso si podremos darle un poco más de libertad al golpe y dejar que nuestra intuición de cuándo hacerlo y cuándo no vaya mejorando poco a poco con la práctica.
La raqueta se encuentra delante de nuestro cuerpo.
A la hora de aprender la técnica de la volea es importante saber dónde colocamos la raqueta. En la mayoría de los golpes, el aro de la raqueta tiene bastante movimiento durante el golpe, no es el caso en la volea. El aro de la raqueta debe estar elevado en relación con la mano y en caso de que la pelota sea baja, debemos bajar todo el cuerpo, incluida la mano para que el aro siga lo suficientemente elevado. De esta manera nuestra volea será mucho más segura y podremos usar la fuerza que nos trae la pelota. Cuando la pelota que viene no trae potencia y le tenemos que aplicar nosotros un poco de fuerza, la que avanza en esta situación es la mano junto con el cuerpo. El aro de la raqueta se mantiene en su posición mientras que la mano realiza el movimiento debido. Si el aro se moviera demasiado, nuestro golpe perdería firmeza y control. Por querer darle efecto a la pelota probablemente terminemos fallando mucho más.
El aro se mantiene arriba durante el golpe.
Como expliqué al principio del artículo, lo más importante a la hora de mejorar nuestro juego de red es la situación táctica. Si nuestra intención es la correcta y nuestro objetivo el adecuado, será fácil volear. De lo contrario, si queremos realizar un tiro muy difícil, además de ser inefectivo, tendremos que exigir mucho más a nuestro golpe y, probablemente nos terminemos equivocando. Dejársela fácil a nuestra volea debe ser el principal objetivo. A continuación, detallaré un poco más las opciones tácticas disponibles y cuál es para mí la mejor opción en cada una de ellas. Vuelvo a recordar, como muchas veces en este blog, que lo importante es la práctica y que jugando nos daremos cuenta cuáles son nuestras mejores opciones.
Volea de derecha en la mitad de la cancha
Cuando se nos presenta esta opción, normalmente tendremos que intentar jugar una volea lo más larga posible para incomodar a nuestro rival y luego cerrar el punto con una volea más adelante. Necesitaríamos demasiada precisión para jugar una bola corta desde esta posición, además sería inefectiva porque la pelota tiene que hacer demasiado recorrido desde nuestra raqueta hasta el otro lado de la cancha, por lo que difícilmente sería un tiro ganador. Si logramos jugar una bola profunda, nuestro objetivo no sería ganar el punto, sino que nuestro rival no la tenga fácil para la siguiente pelota. Por otro lado, si el oponente nos jugó la pelota desde un extremo de la cancha, nuestra volea debería ser hacia el lado libre para incomodarlo aún más.
Volea de revés en la mitad de la cancha
Esta situación es similar a la anterior, pero hay una excepción. Con nuestra volea de revés, normalmente, tenemos mayor capacidad para maniobrar el tiro. Por lo tanto, podemos permitirnos jugar un poco distinto y arriesgar un poco más. Sin embargo, no propongo que juguemos corto, sino que intentemos jugar (sumado a la bola profunda nombrada anteriormente) tiros angulados, que tiendan a irse de la cancha. La profundidad de este tiro sería en la mitad de la cancha y la bola tendría que ir cruzada porque si esto no ocurre no tendremos posibilidad alguna de jugar un tiro angulado y abierto.
Ambas voleas estando cerca de la red
Cuando estamos cerca de la red la situación cambia bastante, nuestro objetivo ya tiene que comenzar a ser finalizar el punto. Jugar la bola corta es la opción ideal porque si nos aproximamos bastante a la red cuando está viniendo la pelota no se nos hará muy difícil jugar este tiro. También opino que si elegimos jugar cruzado tendremos más posibilidades de acertar el tiro y de que la pelota sea todavía más incómoda para nuestro rival, si es que llega. Obviamente, después de muchas veces que hayas estado en esta situación te darás cuenta qué tan corto debes jugar para no perder precisión, la práctica hará que perfecciones tus decisiones.
Las voleas de derecha y revés son un tiro que debes aprender si quieres tener algún resultado positivo en tu juego. En muchas ocasiones te resolverán problemas que solías tener. Para esto hace falta que subas a la red sin miedo cuando crees que debes subir y con el tiempo te darás cuenta cuándo será necesario subir y cuándo no. Sin ir a la red seguido jamás desarrollaremos esta habilidad y nuestro juego carecerá de definición. También habrá momentos en los que sorprenderemos a nuestro rival que no esperará una subida tan temprana de parte nuestra. Sin duda recomiendo que empieces ya mismo y leyendo el artículo fue un gran comienzo.
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